Recuerdo verme
acostado
entre las sabanas
intentando
dormir,
o al menos cerrar los ojos
pensando en
lo que tenía que hacer
mañana.
El sueño no venía
y lo fui a buscar a la heladera;
Agarré una botella de agua
que hacía varios días
que
estaba allí
y dejando caer unas gotas
sobre
el costado de mi boca
(que luego se expandió por mi cuerpo)
absorbí
la refrescante bebida.
Hasta este momento
sigo despierto.
No espero, ni busco
nada;
supongo que
todo vendrá solo.
jueves, agosto 17, 2006
Noche de verano
Creado por marianitooo a las 10:08 a. m. | Permalink |
1 Comments:
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At 12:54 p. m.,
Ro
me gusta el momento "ausente" entre lo que uno quiere..y cuando es, cuando se fabrica o resulta..en ese momento, a veces uno aprecia màs que nunca, cosas tan bàsicas como dormir...igual, agua helaDA? nunca ha ayudado mucho, prueba con leche tibia pa la otra.
No se como encontraste mi blog! pero que wena!..saludos de Chile!