martes, octubre 31, 2006
Diseño
Para mi:
un pequeño espejo.
Para vos:
la similitud de la imagen reflejada.
Para nosotros:
un nuevo diseño de dos partes iguales.
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sábado, octubre 28, 2006
Carta
Querida persona:
.................................. ¿Vas a terminar bajando entre mis cosas perfumadas?; después no digas que no te lo avisé, sos una especie de bicho y eso no lastima a nadie más que a vos. Luchar entrelazado con las cortinas es una tarea difícil, ¿Lo sabías? vas a terminar bajando, te lo avisé…
Ahora que veo el futuro como un oráculo, te lo cuento, te explico con detalles el descenso de cartílagos hacia el contorno de tu cuerpo, hacia el lado inverso de los puntos del placer; y sabes que entre las premisas de mi esplendor no guardo contradicción alguna, no priorizo más que la culpa de estar comiéndote las intenciones.
Dejame aclararte algo más: lo que llamas “ideal” no existe, es solo una confabulación de tus órdenes y deseos, y no me voy a asustar porque pretendas encender ese odio que llevas puesto desde que conociste el amor; así como me quisiste vas a seguir queriéndome y no porque yo lo escriba, sino porque no encontraste otra cosa que hacer conmigo, no pudiste convencerme con tus buenas ni malas intenciones.
Recordá que cuando estés dispuesta a arrepentirte tal vez no haya nadie que quiera reconocer tus errores; sonará una música de fondo y la gente va a estar bailando absorta en sus seducciones, en sus pensamientos.
Soy frágil para escucharte y nunca voy a entender el rumor que un día contaste acerca de las personas.
.................................. ¿Vas a terminar bajando entre mis cosas perfumadas?; después no digas que no te lo avisé, sos una especie de bicho y eso no lastima a nadie más que a vos. Luchar entrelazado con las cortinas es una tarea difícil, ¿Lo sabías? vas a terminar bajando, te lo avisé…
Ahora que veo el futuro como un oráculo, te lo cuento, te explico con detalles el descenso de cartílagos hacia el contorno de tu cuerpo, hacia el lado inverso de los puntos del placer; y sabes que entre las premisas de mi esplendor no guardo contradicción alguna, no priorizo más que la culpa de estar comiéndote las intenciones.
Dejame aclararte algo más: lo que llamas “ideal” no existe, es solo una confabulación de tus órdenes y deseos, y no me voy a asustar porque pretendas encender ese odio que llevas puesto desde que conociste el amor; así como me quisiste vas a seguir queriéndome y no porque yo lo escriba, sino porque no encontraste otra cosa que hacer conmigo, no pudiste convencerme con tus buenas ni malas intenciones.
Recordá que cuando estés dispuesta a arrepentirte tal vez no haya nadie que quiera reconocer tus errores; sonará una música de fondo y la gente va a estar bailando absorta en sus seducciones, en sus pensamientos.
Soy frágil para escucharte y nunca voy a entender el rumor que un día contaste acerca de las personas.
¡Hasta siempre!
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jueves, octubre 26, 2006
Fotografía
A veces no logro encontrar las palabras justas, las descripciones adecuadas.
A veces me duermo pensando en mañana, intentando mantener las creaciones nocturnas.Y cuando despierto, corro hasta llegar a mi cuaderno azul y veo esas hojas en blanco atormentándome, riéndose de mi día poco creativo; entonces no pierdo la paciencia y con astucia resuelvo ignorar esas risas, armar un tiempo libre, inventar la tranquilidad para brillar la mente y el cuerpo.
(foto: fijacionluminica)
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lunes, octubre 23, 2006
Las vidrieras
Las vidrieras enredadas entre tus reflejos
reclaman la transparencia
que un día tuvieron.
Sacaste de tu sombra un sombrero y retiraste las plantas que cubrían tus expresiones.
Oscuro el contorno descubierto,
mencionó la lluvia de ocasos
malintencionados.
De los paisajes que integraban tu audaz figura robé dos silabas de mares y montañas.
Las vidrieras recuperaron invisibilidad
se miraron sorprendidas
y extrañaron.
Soñé tu silencio inadvertido, el fulgor de tu caminar tímido e incoloro, como las vidrieras.
reclaman la transparencia
que un día tuvieron.
Sacaste de tu sombra un sombrero y retiraste las plantas que cubrían tus expresiones.
Oscuro el contorno descubierto,
mencionó la lluvia de ocasos
malintencionados.
De los paisajes que integraban tu audaz figura robé dos silabas de mares y montañas.
Las vidrieras recuperaron invisibilidad
se miraron sorprendidas
y extrañaron.
Soñé tu silencio inadvertido, el fulgor de tu caminar tímido e incoloro, como las vidrieras.
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domingo, octubre 22, 2006
Accidente
¡Allí! ¡Está justo allí! y hasta creo que un día pude tocarlo, agarrarlo…esta petrificado mirando de reojo un tren de cargas que se descarrilaba y caía raudamente en el infierno; “¡Las palabras son como el dinero, no tienen dueño!” alcanzó a gritar el único pasajero que nunca bajó. Una tragedia. Algo que significaba muchas cruces de madera en forma de círculos, en un campo verde. Las sales del fuego frío echaron humos en desniveles sentimentales, una señora que pasaba escuchó el ruido y se ahogó con las palabras… ¿Están cayendo las rocas junto al tren? ¡Todo va a saltar, huyamos!
Chispas desde lo alto de las montañas hasta las cruces de madera. Tiempo pasado y tiempo futuro. Desde arriba hacia abajo. La tierra marrón se mezcla con el rojo vivo del infierno muerto…Satanás dormía tranquilo hasta que se produjo el accidente ¿O deberíamos llamarlo violencia? Lo único que sé es que ya no hay paz y que tampoco habrá transporte por un tiempo largo, hasta que se apague el fuego quizás.
Acción. Derretir el pasto y pintarlo de color negro es igual que quemarlo, y por esa causa murió el Rey; hizo una mala maniobra dando saltos de resortes sobre todos los rieles. Una vista resbaladiza y la marca de los giros que siguen hasta el subsuelo del mundo; el incremento inocuo de la temperatura comenzó a sentirse. El telón se abrió en llamas como desafiando a los nuevos protagonistas del escuadrón. Al grito de “¡échale arena, échale arena!” se disipó el público presente, temeroso por lo que podría llegar a ocurrir. Al destino que no sabe disculparse, dos cosas le quedaron de más y no podían encontrarse: un témpano de hierro oxidado y el último vagón del pedazo de cenizas quejándose por el dolor de la caída.
Hubo un largo silencio entre el suave ruido de la explosión y su primera repetición. Los nombres de las salidas, los carteles en escalera se mancharon con el líquido sangriento que salpicaba el fondo del dilema. También recuerdo un perro suicidándose, al ver que su dueño lo asesinaba; lloraba.
Cualquier sospecha que pudo realizarse arrastró la culpa hacia las ruedas del ferrocarril (es la última vez que pienso formar parte de una locura semejante, aunque sea perceptible la gloria y el cielo, no me voy a dejar lastimar con un fuerte golpe de aceros y cosas pesadas). Un tribunal condenó a cadena perpetua al semieje de la maquina, pero no pudo cumplir la condena ya que se había partido en tres en el accidente y no había condena para 3 pedazos de semieje.
Chispas desde lo alto de las montañas hasta las cruces de madera. Tiempo pasado y tiempo futuro. Desde arriba hacia abajo. La tierra marrón se mezcla con el rojo vivo del infierno muerto…Satanás dormía tranquilo hasta que se produjo el accidente ¿O deberíamos llamarlo violencia? Lo único que sé es que ya no hay paz y que tampoco habrá transporte por un tiempo largo, hasta que se apague el fuego quizás.
Acción. Derretir el pasto y pintarlo de color negro es igual que quemarlo, y por esa causa murió el Rey; hizo una mala maniobra dando saltos de resortes sobre todos los rieles. Una vista resbaladiza y la marca de los giros que siguen hasta el subsuelo del mundo; el incremento inocuo de la temperatura comenzó a sentirse. El telón se abrió en llamas como desafiando a los nuevos protagonistas del escuadrón. Al grito de “¡échale arena, échale arena!” se disipó el público presente, temeroso por lo que podría llegar a ocurrir. Al destino que no sabe disculparse, dos cosas le quedaron de más y no podían encontrarse: un témpano de hierro oxidado y el último vagón del pedazo de cenizas quejándose por el dolor de la caída.
Hubo un largo silencio entre el suave ruido de la explosión y su primera repetición. Los nombres de las salidas, los carteles en escalera se mancharon con el líquido sangriento que salpicaba el fondo del dilema. También recuerdo un perro suicidándose, al ver que su dueño lo asesinaba; lloraba.
Cualquier sospecha que pudo realizarse arrastró la culpa hacia las ruedas del ferrocarril (es la última vez que pienso formar parte de una locura semejante, aunque sea perceptible la gloria y el cielo, no me voy a dejar lastimar con un fuerte golpe de aceros y cosas pesadas). Un tribunal condenó a cadena perpetua al semieje de la maquina, pero no pudo cumplir la condena ya que se había partido en tres en el accidente y no había condena para 3 pedazos de semieje.
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miércoles, octubre 18, 2006
Sin titulo
Cuando tu interior se expande
y dejas de recibir amor
lo que te hacía insuperable
se transofrma en
miserable agonía.
y dejas de recibir amor
lo que te hacía insuperable
se transofrma en
miserable agonía.
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domingo, octubre 15, 2006
Desde el mar...
Extraño sensible de vínculos sospechados,
extrañas limitaciones,
agarrar las señas y pintarlas.
Alineamiento de fantasmas en una curva
pajaritos somnolientos,
morir las espaldas y confrontar.
Algunos espasmos para sepultar canciones.
Advenimiento personal,
crecer por las raíces de libertad.
Desencuentros expresados en baúles térmicos,
arañar silenciosamente
el estado del círculo de la llegada universal.
extrañas limitaciones,
agarrar las señas y pintarlas.
Alineamiento de fantasmas en una curva
pajaritos somnolientos,
morir las espaldas y confrontar.
Algunos espasmos para sepultar canciones.
Advenimiento personal,
crecer por las raíces de libertad.
Desencuentros expresados en baúles térmicos,
arañar silenciosamente
el estado del círculo de la llegada universal.
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martes, octubre 10, 2006
Más basura...
Es que hoy no llegaron las sobras del eterno rebote de las palabras que leen los más sabios y también los más ignorantes; llegaron cuestiones oxidadas de vientos estructurados que pasaban como una procesión de ideas en los pasillos de mi cerebro y parecían un escaparate, una salida hacia la entrada del oblicuo tramo de finales.
Parecía ignorar tantas cosas que descubrí que ignoraba muchas más, contando desde las cosas nuevas que crecieron con diferentes formas y energías, algunas con la potencia del agua cayendo en un gran temporal, otras como la lava de un volcán deslizando muerte, hasta la pared donde chocaban las no respuestas de las preguntas que nunca formulé; y de ésta manera creí que era posible confundirse un poco más con los textos que leía preguntándome, enojado conmigo mismo, “¿¡Cómo no se me ocurrió esto a mi!?”.
Deliberadamente comencé a mezclar el significado de los idiomas en diferentes colores y efectos sonoros del lenguaje, obteniendo como resultado una eficaz coincidencia de ausencias de conceptos; aquí, hoy, ahora, en este momento y en todos los momentos. Todas las palabras que a partir de YA se me ocurrieron traían consigo como una mancha, una suciedad borrosa que confundía lo que quería decir, con lo que ya había dicho antes y con lo que estaba a punto de ocurrirme (mentalmente, se entiende).
Llegó el momento de responder preguntas, pero al no encontrar los signos de exclamación en el teclado, llámese tecnología, modernismo, distracción, etc. no había respuestas; este fracaso me sirvió para darme cuenta que tampoco había preguntas, pues los signos de pregunta se habían fugado algún tiempo atrás, como presintiendo una opresión o presión sobre su presencia. Sin preguntas, sin respuestas; ahora no quedaba otra opción: afirmar o negar.
Siendo que afirmar se siente más seguro que negar, dediqué unos minutos a mover la cabeza de arriba hacia abajo, mientras mis manos dibujaban palabras sobre el teclado. Ocurrieron dos sucesos. El primer suceso fue encontrar los signos de exclamación. Al pisar fuerte sobre el suelo los objetos que se encuentran desparramados saltan como dándose a conocer. El segundo suceso fue comenzar a creer, peligrosamente, en las afirmaciones. Verdades, mentiras, cabezas de vacas sangrando, edificios fuera de lugares, cayéndose, programas favoritos de tv sacados de programación, y otros movimientos parecidos: amores aleatorios.
En las negaciones no ocurrió nada igual, no hubo decisión al pasearme por los laberínticos estados de oscuridad, pues para ver el signo menos en la imaginación es necesario mucho vacío de colores y una saturación nula o casi nula. El piso barrido volvió a ensuciarse, la radio estalló, las velas se apagaron, el reloj comenzó a mover sus agujas para el lado izquierdo y los sistemas de ventilación se cerraron.
Pobre y desquiciada quedó la hoja blanca llena de letritas negras. Tuvo que poner en funcionamiento un plan para no desaparecer, para no desteñirse con el viaje de las letras del teclado hacia la pantalla, hacia su blanca vacuidad. Ahora yo escribía y la hoja seguía en blanco. Se estaban burlando de mi; una plantita con más vida que cualquier ser vivo seguramente manejaba los controles del aparato para descontrolarme, agarrar ese plástico con nombre de ser vivo y pisarlo hasta ver sangrar sus cables de chispas amarillas.
Una escena inolvidable que espero que termine cuando empiece a ver las letras nuevamente sobre el monitor, sobre la hoja blanca, sobre el aparato nervo-estimulador.
Parecía ignorar tantas cosas que descubrí que ignoraba muchas más, contando desde las cosas nuevas que crecieron con diferentes formas y energías, algunas con la potencia del agua cayendo en un gran temporal, otras como la lava de un volcán deslizando muerte, hasta la pared donde chocaban las no respuestas de las preguntas que nunca formulé; y de ésta manera creí que era posible confundirse un poco más con los textos que leía preguntándome, enojado conmigo mismo, “¿¡Cómo no se me ocurrió esto a mi!?”.
Deliberadamente comencé a mezclar el significado de los idiomas en diferentes colores y efectos sonoros del lenguaje, obteniendo como resultado una eficaz coincidencia de ausencias de conceptos; aquí, hoy, ahora, en este momento y en todos los momentos. Todas las palabras que a partir de YA se me ocurrieron traían consigo como una mancha, una suciedad borrosa que confundía lo que quería decir, con lo que ya había dicho antes y con lo que estaba a punto de ocurrirme (mentalmente, se entiende).
Llegó el momento de responder preguntas, pero al no encontrar los signos de exclamación en el teclado, llámese tecnología, modernismo, distracción, etc. no había respuestas; este fracaso me sirvió para darme cuenta que tampoco había preguntas, pues los signos de pregunta se habían fugado algún tiempo atrás, como presintiendo una opresión o presión sobre su presencia. Sin preguntas, sin respuestas; ahora no quedaba otra opción: afirmar o negar.
Siendo que afirmar se siente más seguro que negar, dediqué unos minutos a mover la cabeza de arriba hacia abajo, mientras mis manos dibujaban palabras sobre el teclado. Ocurrieron dos sucesos. El primer suceso fue encontrar los signos de exclamación. Al pisar fuerte sobre el suelo los objetos que se encuentran desparramados saltan como dándose a conocer. El segundo suceso fue comenzar a creer, peligrosamente, en las afirmaciones. Verdades, mentiras, cabezas de vacas sangrando, edificios fuera de lugares, cayéndose, programas favoritos de tv sacados de programación, y otros movimientos parecidos: amores aleatorios.
En las negaciones no ocurrió nada igual, no hubo decisión al pasearme por los laberínticos estados de oscuridad, pues para ver el signo menos en la imaginación es necesario mucho vacío de colores y una saturación nula o casi nula. El piso barrido volvió a ensuciarse, la radio estalló, las velas se apagaron, el reloj comenzó a mover sus agujas para el lado izquierdo y los sistemas de ventilación se cerraron.
Pobre y desquiciada quedó la hoja blanca llena de letritas negras. Tuvo que poner en funcionamiento un plan para no desaparecer, para no desteñirse con el viaje de las letras del teclado hacia la pantalla, hacia su blanca vacuidad. Ahora yo escribía y la hoja seguía en blanco. Se estaban burlando de mi; una plantita con más vida que cualquier ser vivo seguramente manejaba los controles del aparato para descontrolarme, agarrar ese plástico con nombre de ser vivo y pisarlo hasta ver sangrar sus cables de chispas amarillas.
Una escena inolvidable que espero que termine cuando empiece a ver las letras nuevamente sobre el monitor, sobre la hoja blanca, sobre el aparato nervo-estimulador.
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Otredad
Cambiar los colores del orden
sustituirlos,
darles una nueva forma.
Ordenar las desgastadas mareas,
pintarlas,
arder golpes en el agua.
No encuentro explicaciones,
ni imágenes que confirmen
el vertiginoso estado solar.
sustituirlos,
darles una nueva forma.
Ordenar las desgastadas mareas,
pintarlas,
arder golpes en el agua.
No encuentro explicaciones,
ni imágenes que confirmen
el vertiginoso estado solar.
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domingo, octubre 08, 2006
Nota de cierre
Con una velocidad de interiores- << ¿Eso es lo que vale la firma?, ¿Esto es lo que estabas esperando?>>- se crean nuevos horarios en la semana mental,- un miligramo de astucia contra un kilómetro de calidad sensorial-si, esto o aquello son inventos- dibujé con la birome unas letras y quedo eso-<< ¿Qué más queres?>>- es suficiente para alimentar esta acústica explosiva- se nombró miembro honorable de la comida china- con mentiras acarameladas, simplificando la voz para no ensordecer- lo otro que no existe en armonía con lo otro que si existe- apartado del sindicato de trompetistas:- amigos sin igual en disputa- por las sombras graciosas que proyectaban en la pared se suspendió la función- y para el año que viene haremos una inspección de sombras- para que no vuelva a ocurrir arrastraremos la tripulación hasta el undécimo piso- los personajes agudamente alocados tendrán la entrada y la salida no prohibida- por una ventana vecinal en tono de duelo- y un recién nacido comportándose como un caballito drogado- ¡Bravo!- fusión de héroes enfrentados, alejamiento asesino, casi cilíndrico, suave muelle encallado- Hubo un tiempo en que fui feliz- tomaba aguardiente en un bar, al estilo “far west”- con culos de plástico y botellas rotas- jugadores compulsivos- compulsión por el aguardiente, corazón en espiral- dosificación de valles y paisajes- cuerpo a tierra, tiroteos vanguardistas.
Una pausa tranquila alertó la tranquilidad- “la calma que antecede a la tormenta”- no se quién lo habrá escrito pero suena fenomenal- la persona de la foto atrapa una cajita que pasaba volando por el cielo- no es un esfuerzo en vano, las ciudades tiene sus dificultades- si, hay que saltar muy alto para agarrar cajitas- cuando todo se cae ya es un poco más fácil- las palabras también vuelan, todo vuela y todo proyecta una sombra- inclusive estas letras- mira y observa por debajo de este tablero-<< ¿Cuál es el precio del mágico elixir?>>- se termina- solo quedan tres días, solo queda esta última palabra.
Una pausa tranquila alertó la tranquilidad- “la calma que antecede a la tormenta”- no se quién lo habrá escrito pero suena fenomenal- la persona de la foto atrapa una cajita que pasaba volando por el cielo- no es un esfuerzo en vano, las ciudades tiene sus dificultades- si, hay que saltar muy alto para agarrar cajitas- cuando todo se cae ya es un poco más fácil- las palabras también vuelan, todo vuela y todo proyecta una sombra- inclusive estas letras- mira y observa por debajo de este tablero-<< ¿Cuál es el precio del mágico elixir?>>- se termina- solo quedan tres días, solo queda esta última palabra.
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martes, octubre 03, 2006
Confusion
Todavía no he logrado hallar
el vértice oculto
del trabajo desmoralizador,
aún sin espinas, ni espacios,
aún sin un grito que salpique las ausencias.
Todavía encerrado en un cubo,
tratando
de oscurecer las paredes,
todavía los agujeros del techo,
maderas hinchadas por la humedad,
arropando vértigos.
Todavía con el síndrome de infinitos
espero proyectarme sobre el vidrio de un plato sin comida,
aun escalonado,
aún con limitaciones recurrentes.
Todavía esa duda
entre el pretérito y la verdad,
en la cúspide del anagrama,
en la húmeda retina las imágenes de ensueño,
las alas de este relleno ambiguo.
Y todavía por llegar
un solo ojo rodando por el aire,
un reloj desarmado, haciendo las cuentas para desatar,
aún sin largas constelaciones,
aún sin final.
el vértice oculto
del trabajo desmoralizador,
aún sin espinas, ni espacios,
aún sin un grito que salpique las ausencias.
Todavía encerrado en un cubo,
tratando
de oscurecer las paredes,
todavía los agujeros del techo,
maderas hinchadas por la humedad,
arropando vértigos.
Todavía con el síndrome de infinitos
espero proyectarme sobre el vidrio de un plato sin comida,
aun escalonado,
aún con limitaciones recurrentes.
Todavía esa duda
entre el pretérito y la verdad,
en la cúspide del anagrama,
en la húmeda retina las imágenes de ensueño,
las alas de este relleno ambiguo.
Y todavía por llegar
un solo ojo rodando por el aire,
un reloj desarmado, haciendo las cuentas para desatar,
aún sin largas constelaciones,
aún sin final.
Creado por marianitooo a las 12:42 a. m. | Permalink |
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lunes, octubre 02, 2006
El circo del rey
EL REY: -"¡Bienvenidos al circo del Rey! ¡Aquí reír es tan natural como respirar, y llorar es...
¡Y llorar es...es…
(El arlequín le susurro al oído: "Inusual")
¡Inusual! ¡Si, inusual!
¡Únicamente los sordos se atreverían a no escuchar los rumores de las fantásticas aventuras que aquí les aguardan!
¡Únicamente los ciegos se atreverían a no ver las diversas caras del placer juvenil, concentradas en maravillosas acrobacias y exquisitos humores!
¡Los dioses del más allá dejaron en piloto automático al mundo para venir a este circo!
ARLEQUIN:-Pero señor, solo estamos usted, el mono Octavio y yo…
EL REY:-¡¿Acaso quieres ser el alimento de los leones en esta función!?
ARLEQUIN:-Perdón señor, prosiga…
EL REY:-¡Abandonen el desierto que los rodea y sumérjanse en el plato de sopa que es este Circo!
¡Damas y caballeros! ¡Bienvenidos!
(imitando ruido de trompetas)¡ pan, ta tan, ta tan pam taran ta tan, pam para pan pam!
(hablándole al mono) Aprende, cuando crezcas, tú vas a ser el que maneje este espectáculo y vas a hacerlo mejor que yo.
ARLEQUIN:-Pero señor… usted dijo que yo…
EL REY:-Tranquilo, tengo otros planes para ti…estuve pensado que tu vestimenta es del mismo color que el excremento de los elefantes.
ARLEQUIN: -yo no la veo igual señor…podría cambiarla si es que…
EL REY: (interrumpiendo)- ¡Cállate idiota! es del mismo color, e incluso huelen igual. Ahora apaga las luces y cierra las ventanas que quiero dormir.
ARLEQUIN:- Pero señor…
EL REY: (Burlándose, imitando su voz)- “pero señor”, ¡dije que apagues las luces y cierres las ventanas!
(el Rey se acerca a Arlequín y lo mira a los ojos durante 5 minutos)
EL REY:- No me entendes…
ARLEQUIN:-No señor…
¡Y llorar es...es…
(El arlequín le susurro al oído: "Inusual")
¡Inusual! ¡Si, inusual!
¡Únicamente los sordos se atreverían a no escuchar los rumores de las fantásticas aventuras que aquí les aguardan!
¡Únicamente los ciegos se atreverían a no ver las diversas caras del placer juvenil, concentradas en maravillosas acrobacias y exquisitos humores!
¡Los dioses del más allá dejaron en piloto automático al mundo para venir a este circo!
ARLEQUIN:-Pero señor, solo estamos usted, el mono Octavio y yo…
EL REY:-¡¿Acaso quieres ser el alimento de los leones en esta función!?
ARLEQUIN:-Perdón señor, prosiga…
EL REY:-¡Abandonen el desierto que los rodea y sumérjanse en el plato de sopa que es este Circo!
¡Damas y caballeros! ¡Bienvenidos!
(imitando ruido de trompetas)¡ pan, ta tan, ta tan pam taran ta tan, pam para pan pam!
(hablándole al mono) Aprende, cuando crezcas, tú vas a ser el que maneje este espectáculo y vas a hacerlo mejor que yo.
ARLEQUIN:-Pero señor… usted dijo que yo…
EL REY:-Tranquilo, tengo otros planes para ti…estuve pensado que tu vestimenta es del mismo color que el excremento de los elefantes.
ARLEQUIN: -yo no la veo igual señor…podría cambiarla si es que…
EL REY: (interrumpiendo)- ¡Cállate idiota! es del mismo color, e incluso huelen igual. Ahora apaga las luces y cierra las ventanas que quiero dormir.
ARLEQUIN:- Pero señor…
EL REY: (Burlándose, imitando su voz)- “pero señor”, ¡dije que apagues las luces y cierres las ventanas!
(el Rey se acerca a Arlequín y lo mira a los ojos durante 5 minutos)
EL REY:- No me entendes…
ARLEQUIN:-No señor…
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