Ningún día. Te esclavizaré;
poesía en cuentos de arroz.
Te atemperaré, pero hoy no;
noche absorbida por el sol.
Un año. Voy a marginarte;
jardines violetas y salados.
Habré soportado tu esmero;
veneno en manos de hadas.
En minutos. He paralizado;
péndulo de cuerpo enlatado.
Habrías jurado inmortalizar;
trigal y avellanas en desuso.
Ahora. Estoy desgarrando;
lacre lacrimoso del desván.
extiendo tu mano y alegro;
zócalo seco de verde limón.